La turbina es un eje de rotación, movido por la energía perdida
de los gases de escape del motor del auto. Estos gases hacen girar un rotor, que
en el otro extremo del eje tiene una rueda que toma el aire a velocidad y lo impulsa
a presión en su ingreso al motor. Eso hace que en ves de ser un motor de
aspiración natural ("motor aspirado"), se convierte en un motor
sobrealimentado en aire por la presión que le manda el turbo.
De esta forma, se consigue hasta un 30% mas de potencia en un motor.
Existen más de 100 modelos de turbinas ya que para
cada motor hay una turbina especifica. No todas las turbinas van bien para
todos los motores. Como hoy día el transporte utiliza este dispositivo
en forma generalizada, cuando una fabrica desarrolla un nuevo motor también
encarga al fabricante de turbos, el diseño y desarrollo de la turbina
especifica adecuada a las características del mismo; porque no es
lo mismo equipar con un turbo a un motor de 1900 cc que a otro de 4000 cc.
Una turbina híbrida es un prototipo que combina las mejores características
de turbinas de diferente clase, con lo que se logra un nivel de prestaciones
superior a sus equivalentes. Es de destacar que cada preparador de motores,
desarrolla su propia turbina híbrida de acuerdo a las necesidades
de cada motor. |
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El motor y la turbina tienen la misma lubricación: forzada y utilizan
el mismo aceite. Debido a que el régimen de vueltas es tan elevado, resulta
de la mayor importancia el cuidado que se le dé a este tema. Según
la preparación del motor, una turbina de competición llega a girar
a 200.000 RPM.
Teniendo en cuenta esto, hay que preservar todos los medios posibles de la película
que lubrica el eje del rotor. Cuando esto no se cumple, la turbina corre peligro
de destruirse y no es difícil que ocurra, porque cuando al turbo se le
aumenta mucho la presión del trabajo, también aumenta excesivamente
la carga axial. Esto hace que el eje del rotor se aproxime peligrosamente a
sus cojinetes, llegando incluso a rozarlos, porque se llega a un nivel en que
se corta la película lubricante que debe ocupar el espacio entre ambos.
Las consecuencias son evidentes. La menos dañina sería el desgaste
prematuro y las consecuentes emanaciones de humo por el escape.
Es fundamental el reemplazo de los filtros de aire, aceite y nafta. Deben renovarse
ambos filtros y cambiar el aceite cada 5.000 kilómetros. Usando un aceite
liviano se prolonga por mucho la vida útil de la turbina, porque de lo
contrario se crean pequeños depósitos que van obturando progresivamente
los diminutos conductos y vías de comunicación del aceite, disminuyendo
el caudal del lubricante hasta niveles peligrosos.
Por otro lado, cuando se va obviando el reemplazo del filtro de aire, se corre
el riesgo que ingresen cuerpos extraños a la turbina. Esto sucede porque
el filtro se va tapando cada vez más, hasta que llega a un punto en que
por la fuerza de succión del turbo, desplaza un poco al filtro de manera
que permite el ingreso de cuerpos extraños y termina destruyendo la turbina.
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