Tener un coche es una gran ventaja, pero uno de los principales inconvenientes es el sitio para guardarlos cuando no cuentas con una plaza de garaje. Muchos deciden dejarlo en la vía pública, pero es susceptible a sufrir daños por las condiciones climáticas así como robos y hurtos.
En estos casos, una opción a tomar en cuenta es alquilar una plaza de garaje donde puedas dejar tu vehículo con seguridad. Hay desde personas que alquilan sus plazas disponibles en un garaje privado hasta optar por usar un parking público.
Al momento de alquilar una plaza para guardar tu coche, debes tomar en cuenta distintos aspectos a fin de que no se convierta en un problema. Desde la ubicación hasta la iluminación o seguridad del garaje son algunas condiciones que debes considerar antes de tomar una decisión.
1. Busca una buena ubicación
Lo primero por supuesto es localizar las plazas en alquiler más cercanas a tu domicilio, a fin de que te sea lo más cómodo posible. Toma en cuenta que aquellas ubicaciones más céntricas suelen ser costosas, debido a que hay una mayor demanda.
Sin embargo, tener que caminar un trayecto muy largo desde el garaje hasta tu vivienda tampoco es una buena opción. También te recomendamos chequear si el coche estará al aire libre o bajo techo en el garaje.
2. Revisa las condiciones de alquiler y precios
Haz una revisión exhaustiva de las plazas disponibles y compara tanto los precios como las condiciones físicas del garaje y del contrato de alquiler. Los parkings públicos suelen ser más económicos y ofrecen muchas veces bonos nocturnos, si solo te interesa guardar el coche durante la noche.
Los garajes privados tienen la ventaja de que el acceso es mucho más restringido y el vehículo estará generalmente bajo techo. No obstante, los costes suelen ser un poco más elevados y tienes que hacer el contrato directamente con el dueño de la plaza.
3. Cuenta con un contrato de alquiler
Esto es un imprescindible para garantizar que puedas hacer reclamos en caso de que el coche sufra algún percance. Estos contratos se deben hacer por escrito y deben incluir los datos tanto del propietario como el arrendatario.
Igualmente, se debe especificar la plaza de garaje que te corresponde con su número y definir la duración del contrato. También es importante que indique el precio de la mensualidad del alquiler y la fianza que se abona y condiciones para su devolución al arrendatario.
4. Facilidad de acceso al garaje
Antes de alquilar la plaza es muy importante que visites el garaje y verifiques si el acceso es amplio y te permite maniobrar el coche con facilidad. Aprecia si puedes entrar fácilmente por distintas calles y no debes dar vueltas complicadas.
Es preferible seleccionar un parking que cuente con puertas que se abran de forma automática, porque serán mucho más seguros cuando llegues de noche. Muchos cuentan con barreras automáticas, como las que instala Metalblinds, que se abren mediante mandos o tarjetas magnéticas.
5. Buena ubicación de la plaza en el garaje
Otro aspecto que debes revisar con cuidado es que la plaza sea amplia y de un tamaño adecuado para tu coche. Si te es posible, no elijas aquellas situadas en esquinas porque te será mucho más difícil maniobrar para estacionar el vehículo.
Otro problema muy común en muchos garajes son las columnas que te restan visibilidad y te dan menor ángulo de movimiento. Lo mejor es que vayas en persona y revises todas las condiciones de la plaza y no te confíes de lo que te muestran las fotografías.
6. Con adecuada vigilancia
Una de las principales razones para decidirte a alquilar una plaza de garaje es garantizar la seguridad de tu coche. Confirma si el lugar cuenta con un personal de vigilancia que controle el acceso de los vehículos.
También si los mecanismos de apertura de portones y barreras están restringidos solo a las personas que están autorizadas. Y por último, es muy conveniente que el garaje cuenta con un sistema cerrado de videovigilancia, que permita controlar cualquier incidente las 24 horas del día.
7. Suficiente iluminación
Algunos garajes pueden llegar a ser verdaderas cuevas, con una iluminación muy precaria que dificulta visualizar posibles obstáculos al maniobrar el coche. Además, cuando llegas en horas nocturnas, la oscuridad no te brinda seguridad.
Chequea que el garaje cuente con una buena iluminación a cualquier hora del día, para que puedas observar todo a tu alrededor. Algunos pueden tener sistemas que se activan con sensores de movimiento, por lo que se encienden a medida que te vas desplazando.
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