Cuando realizamos un viaje a otro país, ya sea por motivos de negocio o de placer, no son pocas las personas que deciden alquilar un coche para disfrutar de una experiencia más amena, sin depender de los horarios y limitaciones del transporte público. Sin embargo, en ocasiones somos víctimas de engaños y prácticas abusivas por parte de las empresas de alquiler de coches, que muchas veces suceden por no conocer o malinterpretar algunos detalles como los que te presentamos a continuación:
Antes de contratar el servicio: Verifica los precios de cada compañía y evalúa los términos y condiciones expuestos. Existen comparadores muy útiles en la web que te pueden asesorar en este sentido.
Atento a las tarifas: El contrato puede contener otros aspectos como tipo de seguro, impuestos y tasas. No pases por alto ninguno de estos detalles y pregunta todo lo relacionado a precios y facilidades.
Sobre el contrato: Antes de firmar el contrato asegúrate de haberlo leído y entendido (incluidas las letras pequeñas). Muchas veces no somos conscientes de esto y acabamos abonando más de lo estimado por cargos posteriores.
Si tienes que proveer un adelanto: Recuerda que se trata de una operación habitual, las empresas exigen los datos de tu tarjeta de crédito antes de alquilar el coche por motivos de garantía, pero si compruebas que ha sido utilizado de manera inadecuada para justificar algún daño en el coche, no dudes en acudir al banco para bloquear la tarjeta y exigir la devolución del crédito.
Comprueba los servicios de kilometraje: Es muy útil saber cuánto deberemos abonar por cada kilómetro recorrido. Planifica tu viaje de manera que sepas al menos aproximadamente la distancia que recorrerás. Muchas veces es más conveniente pagar por kilómetros ilimitados.
Muy importante, el seguro: Raras veces las compañías proveen de un seguro a todo riesgo. En cualquier caso, consulta el contrato para evitar sustos, recuerda que ante un seguro obligatorio deberás pagar cualquier daño que sufra el coche.
Finalmente, el estado del coche: Antes de recibirlo, comprueba cada detalle o desperfecto que presente el vehículo. Aunque parezca algo sin importancia, fotografía cada fallo en presencia del alquilador y asegúrate de contemplar en la imagen la fecha y hora.
Alquiler de coches de lujo
El alquiler de coches de lujo es bastante selectivo, principalmente porque los daños que pudieran sufrir estos coches tan exclusivos son mucho más altos que los de un coche convencional. Para su alquiler, generalmente siempre se exige un depósito, una reserva, que ronda los 6.000 euros.
En este tipo de coches, como en los demás, los gastos que puedan surgir de imprudencias los paga el conductor. Es decir, si cometes una infracción de velocidad (con estos súper coches a poco que pises el acelerador alcanzas grandes velocidades), la multa la pagará íntegra el conductor.
Si reservas el coche a distancia
En este caso debes prestar atención a cada cláusula del contrato, verificando que cumplen todos los requisitos, además de ello:
Comprueba todo lo relacionado con el combustible: Algunas empresas establecen la política “lleno-lleno”, por lo que deberás entregar el tanque de combustible del vehículo como mismo lo recibiste. En ocasiones el cargo por este combustible es muy elevado, y en otras hay que depositar un crédito extra. Cuidado con estos detalles.
Si no eres el único conductor: Suelen cobrar un monto adicional por cada conductor que designes en el contrato.
No deseches ningún documento: Por insignificante que sea, cada comprobante, copia de contrato y demás documentos te pueden servir en caso de que tengas que establecer una reclamación a la empresa.
No descuides los recargos adicionales: Al momento de firmar el contrato las compañías encubren recargos adicionales que luego cobran sin previo aviso. Por ejemplo, si devuelves el coche fuera del horario establecido, lo entregas en otro establecimiento, etc.
Exige que inspeccionen el coche en tu presencia: Cuando lo entregues, asegúrate que el alquilador inspeccione el carro, pues luego aumentan el importe final del servicio por daños o desperfectos inexistentes.
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