 Para quien es poseedor de un coche eléctrico o híbrido enchufable, disponer de una estación de carga propia repercute muy positivamente a la hora de recargar la batería del coche.
La independencia que otorga, el tener siempre la certeza de que funciona y la no necesidad de esperar turno para empezar a cargar el coche hacen que instalar un cargador de coche eléctricopara uso propio sea, para cada vez más conductores, una alternativa factible.
¿Cuánto cuesta un cargador de coche eléctrico?
El precio de un cargador para coche eléctrico puede variar mucho según el tipo de cargador, la potencia que ofrezca y las características que incluya.
Hay que tener en cuenta que, a grandes rasgos, hay tres tipos de cargadores para coches eléctricos:
Cargadores portátiles
Estos cargadores son los que normalmente vienen con el coche eléctrico. Se pueden enchufar a una toma de corriente estándar de la casa.
Su precio suele estar incluido con la compra del coche, pero si se quiere comprar uno adicional, puede costar entre 200 y 500 euros.
La carga con este tipo de dispositivo es más lenta que con otros cargadores. Por ejemplo, para un coche con batería media, puede tardar entre 8 y 12 horas en completarse la carga.
Cargadores de pared (wallbox) de baja potencia
Estos cargadores se instalan en la pared del garaje o en un punto fijo de la vivienda. Su potencia suele ser de 3,7 a 7,4 kW, lo que permite cargar un coche eléctrico en unas 4 a 8 horas, dependiendo de la batería.
El precio de un cargador de pared de baja potencia suele estar entre 400 y 800 euros, aunque algunos modelos con funciones adicionales como conectividad Wi-Fi, gestión de carga o protección contra sobrecargas pueden superar los 1.000 euros.
Cargadores de pared de alta potencia
Son cargadores que permiten cargar la batería del coche mucho más rápido. Su potencia habitual es de 11 a 22 kW, aunque algunos modelos para uso doméstico pueden llegar a 22 kW en monofásica o trifásica.
El precio de estos cargadores suele oscilar entre 800 y 2.000 euros. La diferencia de precio respecto a los cargadores de menor potencia se debe a la capacidad de carga rápida y a la tecnología que incorporan, como la gestión inteligente de energía.
Además del precio del propio cargador, hay que considerar otros costes relacionados con la instalación. Entre ellos se incluyen la mano de obra, los materiales eléctricos necesarios y, en algunos casos, la actualización de la instalación eléctrica de la vivienda.
La mano de obra para instalar un cargador de coche eléctrico puede variar según la complejidad del trabajo y la tarifa del electricista, pero normalmente se encuentra entre 150 y 500 euros. En total, sumando el cargador y la instalación, el coste completo puede ir desde unos 600 euros hasta más de 2.500 euros, dependiendo de las características del equipo y de la infraestructura eléctrica disponible en el hogar.
Y, precisamente porque hay que tener en cuenta que el precio de la instalación, es importante tener claro que optar por un equipo profesional es vital para que un buen cargador esté instalado correctamente.
Especialistas con experiencia en el sector como Cargacar, firma especializada en ofrecer soluciones personalizadas para la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos, es la mejor opción no sólo por la experiencia de su equipo de ingenieros: también por ser capaces de ofrecer un servicio de instalación integral que incluye la tramitación de autorizaciones administrativas.
¿Qué factores influyen a la hora de instalar un cargador?
El precio y la dificultad de instalar un cargador de coche eléctrico no dependen únicamente del modelo que se elija. Existen varios factores que influyen en la instalación y que conviene tener en cuenta antes de tomar una decisión.
Tipo de cargador
Como hemos visto, los cargadores portátiles son más económicos y fáciles de usar, pero su velocidad de carga es limitada.
Por otro lado, los cargadores de pared permiten cargar el coche más rápido y de manera más cómoda, pero requieren instalación profesional y, en algunos casos, ajustes en la instalación eléctrica.
Elegir un tipo u otro depende de la frecuencia con la que se vaya a cargar el vehículo y del tiempo disponible para hacerlo.
Potencia del cargador
La potencia de un cargador influye directamente en el tiempo que tarda en cargar el coche y también en la complejidad de la instalación.
Algunos cargadores suelen conectarse a la instalación eléctrica existente sin necesidad de grandes cambios.
Sin embargo, los cargadores de alta potencia pueden requerir una línea eléctrica dedicada, interruptores especiales y protecciones adicionales. Cuanta más potencia tenga el cargador, más costosa y compleja será la instalación.
Estado de la instalación eléctrica de la vivienda
Uno de los factores más importantes es la instalación eléctrica disponible en la vivienda. En casas antiguas, la potencia contratada o el cableado pueden no ser suficientes para soportar un cargador de alta potencia.
En esos casos, puede ser necesario realizar mejoras, como aumentar la potencia contratada con la compañía eléctrica, cambiar el cuadro eléctrico o instalar nuevos circuitos y protecciones. Estos trabajos incrementan el coste total y, en ocasiones, pueden ser más caros que el propio cargador.
Ubicación del cargador
La ubicación donde se instalará el cargador también influye en la dificultad y el precio de la instalación. Si el cargador se coloca cerca del punto de conexión eléctrica, la instalación será más sencilla y económica.
Pero si el cableado debe recorrer distancias largas, atravesar paredes o instalarse en un exterior con condiciones climáticas adversas, el coste y la complejidad aumentan. Algunos cargadores están diseñados para uso exterior y cuentan con protección frente a la lluvia y el sol, pero estos modelos suelen ser un poco más caros.
Tipo de corriente disponible
Los cargadores pueden funcionar con corriente monofásica o trifásica. La corriente monofásica es la más común en viviendas particulares y permite instalar cargadores de hasta 7,4 kW aproximadamente.
La corriente trifásica permite instalar cargadores más potentes, hasta 22 kW, y reducir el tiempo de carga. Sin embargo, no todas las viviendas cuentan con trifásica, y en muchos casos se requiere modificar la instalación eléctrica para poder utilizarla, lo que supone un coste adicional que hay que tener en cuenta.
Características adicionales del cargador
Algunos cargadores incluyen funciones avanzadas, como conectividad Wi-Fi, control remoto a través de una app, programación de horarios de carga o integración con sistemas de energía renovable.
Por ejemplo, algunos cargadores inteligentes permiten ajustar la potencia según la disponibilidad de energía en la vivienda, lo que puede implicar instalar sistemas de gestión de carga adicionales.
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