Para tener un coche tuning en su interior, es casi esencial tener un volante deportivo, similar al que utilizan en los rallies. También es importante el aspecto de las alfombrillas, si puede ser que sean de mitad chapa, mitad tela. Otra de las cosas más importantes es tener unos buenos asientos deportivos como los de los coches de rally. Por último, pero no menos importante, está el tema de la música. Para tunear nuestro vehículo será imprescindible un buen equipo completo, con altavoces delanteros y traseros.

Para el tuning del exterior del vehículo, deberemos tener en cuenta el aspecto de cada parte y de su conjunto en general. Normalmente, los focos o faros son cambiados por otros con diseños más agresivos o deportivos y además, se suelen utilizar embellecedores. Las llantas no pueden faltar en un buen coche de tuning. A ser posible, cuanto menos se vea la rueda y más la llanta, mejor. El tubo de escape tampoco se escapa de este arte. Además de cambiarlo por uno de acero que brille y resalte más, se suele poner un silenciador para que el coche tenga un rugido propio. Otro aspecto a tener en cuenta son los cristales o lunas. Lo más utilizado son las lunas tintadas, para que no se vea el interior del coche. Lo que además le da al vehículo un aspecto más intrigante. Los retrovisores deberán ser del mismo color que el vehículo, a la vez que más deportivos.

Si nuestro coche tiene antena, también deberemos cuidar el aspecto visual de esta, intentando que se trate de una antena cromada y de un tamaño más pequeño al de la original.
Por último, esta la opción de añadirle alerones al vehículo. Si lo elegimos bien, además de mejorar el aspecto del coche, lograremos obtener un mejor rendimiento cuando el coche va a grandes velocidades.

En cuanto al funcionamiento mecánico, para tener un coche tuning lo primero es saber de temas mecánicos para evitar hacer daños irreparables al vehículo.
Lo imprescindible será modificar el motor y cambiar el sistema de transmisión.
Los frenos deberán ser de disco y las suspensiones deberán estar acorde al peso y función del vehículo. Éstas son esenciales a la hora de controlar el coche en altas velocidades.
Otros aspectos son opcionales y añadidos, como son el turbo o reducir el peso del vehículo.